Bueno hoy voy a escribir el final de mi historia personal, espero que os guste y os ayude a todos. Soy consciente que muchas somos las personas que vivimos situaciones parecidas pero nos es muy difícil compartir estas experiencias con otras personas por miedo al rechazo de los demás o que puedan pensar que estamos locos. Es por este motivo que he decidido escribir mi experiencia, para que veáis que somos muchas las personas que vivimos experiencias parecidas, este blog es abierto para todos los que necesitéis explicar vuestras experiencias y compartirlas conmigo. No se si recuerdas que en el primer artículo acabé explicando que mi abuela me dio una cruz de caravaca para que me protegiera y yo la puse encima del mueble de mi habitación, esa noche pude dormir hasta la mañana siguiente ya que sentía que estaba totalmente protegida por ella.
Al día siguiente, al volver de la escuela, mi abuela estaba en casa y fuí a su lado para hablar con ella, le expliqué exactamente lo que había sentido y notado la noche anterior, le expliqué que había oído pasos que se acercaban a mi y que sentía que alguien me observaba, mi abuela me dijo que estuviera tranquila que nadie me haría daño por varios motivos, el primer motivo era porque yo era una niña pequeña y el segundo motivo era porque esas energías o entes, eran las personas que habían vivido en ese piso y todos ellos eran familiares míos por ello nunca me harían daño.
Entonces claro, mi cabeza pensaba y no entendía porque estos familiares que yo no conocía porque habían fallecido hacia muchos años ya, se hacían notar por mi, ya que yo sufría mucho con esa situación…
A la noche siguiente me acosté en la cama y a las 4:00 am volvió mi periquito a gritar mucho y a mover sus alas energéticamente, abrí su jaula y lo acaricié mientras le repetía que estuviera tranquilo. Pero en realidad yo era la que me ponía nerviosa, entonces miré la cruz de caravaca que me había dado mi abuela la noche anterior y le pedía al arcángel Miguel que me protegiera, se lo pedía con todas mis fuerzas mientras rezaba un padre nuestro. Fue en ese momento que dicha cruz cayó encima de mi cama, me asusté mucho ya que tenía una base de mármol cuadrada y no era fácil tumbarla, así que salí disparada de nuevo hacía la habitación de mi abuela, se lo expliqué, en ese momento ella empezó a dibujar cruces en el aire, mientras yo estaba aterrada porque no entendía porque me estaba sucediendo eso, para mi era una situación de estrés muy fuerte y desconocida. Esa noche dormí con ella hasta la hora que mi padre se levantó, ella me despertó para que me fuera a mi cama y de esta manera él no fuera consciente de mis aventuras nocturnas ya que él no lo entendería…
Al volver de la escuela volví a hablar con mi abuela y le pedí que me explicará porque decía que nadie me haría daño, que yo estaba mal por todo lo que llegaba a sentir y tampoco entendía lo que ella me explicaba, por otro lado, no podía hablar de esto con otra persona que no fuera ella. No me quiso dar demasiada información, solamente me dijo que en ese piso un familiar mío había echado un maleficio hacía muchos años y que un alma en pena vagaba desde entonces en el piso, por otro lado, al ser yo una niña sensitiva, intentaba comunicarse conmigo..
Noche a noche se repetía la misma historia, a las 4 am me despertaba esa alma en pena y me iba a dormir con mi abuela, ella me enseñó a rezar y a protegerme del mal… Esta situación me unió mucho a ella … No tenía ningún secreto, cualquier sensación paranormal que sintiera, sabía que la podía compartir con ella. Mi abuela era vidente y sensitiva, con los años me lo fue enseñando todo.
Los años fueron pasando, yo crecí y os tengo que decir que muy a mi pesar, lo que un día nos unió, al final nos acabó separando porque teníamos diferentes puntos de vista.
Un día le dije a mi abuela que yo quería estudiar las cartas del Tarot y ella me dijo que la verdadera vidente trabaja sin cartas, que las cartas del Tarot no eran buenas. Aquí entramos en las ideas del bien y del mal. ¿Quien dice que las cartas del Tarot no son buenas? Para ella no eran buenas porque me imagino que donde estudiaba ella, no eran partidarios de ellas y entonces para ella no era correcto que yo estudiará el tarot. Esas pequeñas cositas hicieron que nos fuéramos distanciando, ella como buena capricornio que era, era orgullosa hasta la médula y yo como buena tauro, también soy muy cabezona.
Un día cuando ya había cumplido los 19 años le confesé con mucho miedo a mi madre, todo lo que había vivido de pequeña y ese sueño que tanto se me había repetido y que tanto me aterraba, ella me miró muy sería y me preguntó:
-¿Quien te ha explicado esto?
-¡Nadie mama, esto lo he soñado muchas veces!
-¿Estás segura?
-Siiii!
-Esto realmente pasó, ¿no te lo habrá explicado tu abuela?
-No mama, ella solo me explicó como protegerme tanto de este sueño como de las corrientes de aire, de los pasos, de las respiraciones, es decir, de los entes….
En ese momento ella vio que le estaba diciendo la verdad y me explicó que un miembro de mi familia muy directo para mí, hizo exactamente lo que yo había soñado, mi madre estaba embarazada de mi hermano y estaba allí cuando sucedió.
Cuando yo tenía 21 años mi abuela falleció, en ese momento nosotras no estábamos pasando por un buen momento, esto me hacía estar muy mal conmigo misma. Recuerdo que en su entierro me encontré con una amiga de ella, era una compañera de su escuela espiritual y cuando me vio ella me giró la cara, como si yo fuera una desconocida. Este comportamiento me hizo sentir muy mal y culpable de algo aunque no tenía muy claro de que, esa señora llamada Mercedes no me conocía mas que de vista, solo sabía lo que mi abuela le hubiera podido decir… Esto generó en mi persona muchas inseguridades y una gran tristeza. Hoy en día con mi madurez, no me afecta ya que pienso: si tan espiritual y buena persona era esa señora, ¿cómo puede girar la cara a una chica de 21 años que se acaba de quedar sin abuela y sin maestra a quien preguntar?
En ese momento decidí que iba a estudiar los arcanos del Tarot, pensé que por malos que fueran, no podían ser peor que esa señora llamada Mercedes.
Al empezar a estudiar los arcanos mayores del Tarot, empecé a entender muchas situaciones de mi viday me dí cuenta que yo no fui culpable de nada, pero también entendí que mi abuela no podía responder a muchas de mis preguntas porque ella no sabía la respuesta y esto la enfadaba.
En la primera clase de Tarot la maestra me dijo:
-Todo es mente, el universo es mental.
–Si todo es mente, respondí ¿porque yo tuve este sueño? mi madre estaba embarazada de mi hermano, no de mi. Podría entender que si hubiera estado embarazada de mi, yo hubiera sentido el sufrimiento de mi madre pero era mi hermano, no yo…
-Tu eras ella, tu eras la mujer con la que soñaste…
-¿Yo?
-Si tu, en otra vida tu ya has trabajado con el tarot, por esto te ha llamado tanto la atención en esta vida y al sentir una negación por parte de tu abuela, te has retenido por ella. Eres muy sensitiva y puedes hacer lo que quieras pero debes creer en ti.
Nunca nadie me había dicho «cree en ti», me parecían extrañas estas palabras…
Así que, os debo decir que el empezar a estudiar el tarot, generó en mi un antes y un después muy importante en mi vida. Evolucioné mucho como persona y bajo mi punto de vista he ido mejorando año tras año, tanto a un nivel profesional como a un nivel personal…
En otro artículo os quiero explicar otra experiencia muy importante que viví durante una meditación. Para mi es muy importante compartir estas experiencias de mi vida con todos vosotros. Esto es un breve resumen, está claro, pero para mi es lo mas importante y espero que con mi historia pueda ayudarte y a la vez lleges a conectar conmigo igual que yo he conectado o conectaré contigo con las lecturas de tarot.
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