El dinero no trae la felicidad, aunque solemos creer lo contrario, ya que vivimos en un mundo que en lugar de mirar hacia nuestro interior, nos dedicamos a valorar a las personas por lo que tienen y por los éxitos materiales que han alcanzado.

Así poco a poco, el dinero se ha convertido para muchos en base de la felicidad y la meta final de sus vidas. Pues bien, esto es lo primero que debemos modificar, lo primero que debemos hacer es descubrir quienes somos, nos amemos y nos respetemos. Una vez hagamos esto y nos demos cuenta que nuestra riqueza reside en nuestro corazón y espíritu, usaremos el dinero correctamente.

Este cambio está claro que no se consigue de un día a otro, sino con un trabajo espiritual de cada día, junto con una evolución interna necesaria para que ese crecimiento pueda hacerse realidad.

Te propongo que elijas cada día una frase y la repitas tres veces en diferentes horarios. Después deberás pensar y decir en voz alta cuál es tu verdadero objetivo o misión en la vida, para que ese deseo se cumpla pronto.

Dominar nuestras vibraciones mentales nos permitirá ser creadores y partícipes de las cosas que se generan en nuestro entorno.

Para conseguir prosperidad, primero debemos ser ricos espiritualmente, para generar pensamientos positivos que nos repercutan en una mejora material.

Como bien dice uno de los siete principios herméticos, todo es mente. Por ello, es imprescindible comprender que el poder de atracción de la fortuna depende de como pensemos nosotros. La fuerza generada por nuestra mente se traduce en forma de ondas energéticas que se expanden en el ámbito que nos rodea.

Si te sientes demasiado bloqueado/a energéticamente y no sabes como empezar a trabajar estas energías, en Tarot luz divina te podemos ayudar.

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