Los ángeles para que se acerquen a nosotros, nos exigen que modifiquemos ciertas cosas de nuestra vida cotidiana. Nosotros vivimos en una atmósfera demasiado densa y pesada para estos seres de luz.

En nuestro interior, impera la agitación, la tristeza que oscurece nuestros pensamientos, la depresión que ensombrece el alma, la envidia, la ira y la mezquindad son atributos humanos que ahuyentan a los ángeles. Pero no es solo eso lo que impide que los ángeles se acerquen a nosotros. La calma, la armonía, el amor al prójimo deben formar parte de nuestra vida cotidiana y de nuestras costumbres para que estos seres de luz se acerquen a nosotros. Los ángeles se sienten atraídos por los sonidos suaves, por la sencillez, el silencio y la belleza.

Es importante que nos coloquemos en el lugar de los ángeles y empaticemos con ellos, para entender porque a veces se alejan de nosotros.

Los ojos de los seres de luz, que ven perfectamente nuestras auras, nos perciben como criaturas a veces espantosas, rodeadas por formas, colores, sonidos estridentes y desagradables que los hieren. Los sonidos de la ciudad los ahuyenta: las sirenas, los gritos, las bocinas, los silbidos, etc…

A todos estos sonidos podemos añadir los insultos, las explosiones y podremos entender qué gran sacrificio deben soportar los ángeles para acercarse a nosotros. Precisamente ellos, que provienen de mundos de música, belleza, colores y armonía…Por ello, para que los ángeles se acerquen a nosotros, debemos crear un clima de armonía y de belleza. Y esto es algo que aprenderemos poco a poco, desgraciadamente es imposible aprenderlo de golpe.

La mejor manera de transformar las cosas es empezar por uno mismo. Deberemos empezar por aprender a respetar la actitud de los demás sin protestar. Para lograrlo, bastará con modificar hábitos y actitudes.

Deberemos convertir nuestro hogar en un lugar armónico y los ángeles nos visitarán, ¿Como podemos hacerlo?

Podemos empezar por escuchar la música de la naturaleza. Acude a lugares donde haya árboles y trata de escuchar los sonidos que producen las copas y las hojas de los árboles cuando son movidas por el viento. Esta es una de las melodías preferidas por los ángeles. Para reproducirla posteriormente en tu hogar, deberás llenar jarrones de boca ancha con ramas que tengan hojas y déjalos cerca de las ventanas, de manera que les llegue el viento.

Si conduces un coche o una moto, proponte no insultar a los conductores de otros vehículos y aprende a ser paciente. Tu vehículo debe ser un espacio de armonía, escucha música suave y melodiosa. Genera paz a tu alrededor: no cometas infracciones de tráfico, no realices maniobras bruscas y no excedas la velocidad.

Elije un momento del día en que puedas sentarte solo y callado para meditar. Siéntate en un sillón cómodo y relájate. Si lo deseas, cierra tus ojos y piensa en lo feliz que serías si los ángeles vieran en tu hogar, un refugio cálido y acogedor.

Trata de no tener un exceso de adornos en tu casa, porque los ángeles se sienten incómodos en los lugares que están cargados de cosas. Toma la precaución de que siempre haya un florero con flores secas en un ambiente del hogar, ya que es el perfume favorito de estos seres de luz.

No estamos solos,
y con un poquito de suerte puedes sentir el roce de sus alas,
hay quién consigue verlos…
Otros los huelen…
Dirígete a tú Ángel, lleva contigo desde siempre…de hecho hay instantes en que tu ángel se funde contigo, y sois uno…está siempre a tu lado, fiel,  honesto y leal…
Encontremos ese instante de intimidad y digamosle :Gracias gracias gracias…por tu protección,por tu aliento,por acunar me en tus alas,por tu abrazo…por….por…por todo…GRACIAS POR TANTO

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