Todos estos cálculos que hoy en día se pueden realizar con programas especializados en astrología, permiten dividir la bóveda celeste en 12 secciones llamadas «casas». Estas casas corresponden a los 12 dominios privilegiados de nuestra vida, los 12 dominios que más nos afectan:
Casa I: Tu personalidad, tu comportamiento. Es esencial, marca nuestro comportamiento, nuestra manera de reaccionar a la existencia. El ascendente, a partir de la cuarentena, sigue el paso del signo solar.
Casa II: las finanzas, las inversiones.
Casa III: los hermanos, las hermanas, la familia, pequeños viajes.
Casa IV: el hogar, la casa, cómo nos sentimos.
Casa V: la vida amorosa y afectiva, también la sección de los hijos.
Casa VII: tus relaciones con los demás y tu pareja.
Casa VIII: las herencias, las cuentas pendientes con nuestro pasado.
Casa IX: la vida espiritual y los grandes viajes.
La astrologia tiene en cuenta todas las posiciones de los, y estudia en qué casa, en qué sector de la vida, tienen lugar los nacimientos, lo que proporciona la carta del cielo. De esta manera, puede aclararnos nuestra personalidad y arrojar luz a nuestra vida en la Tierra, la cual no se parece a los planetas más que en su forma.