Los rituales la noche de Halloween son muy importantes, dado que el 31 de octubre es una de las fechas más importantes del calendario esotérico, por obvias razones, de las que no es necesario profundizar de momento. Veamos, entonces, algunos de esos rituales que son beneficiosos para diferentes propósitos.

Rituales la noche de Halloween para la buena suerte, en general.

Se trata, más bien, de un solo ritual pero, eso sí, muy poderoso. Se debe llevar acabo en la primera hora de la madrugada del día de todos los santos, esto es, a la 1:00 del primero de noviembre o, lo que es lo mismo, en la noche del 31 de octubre.

Encendemos una vela blanca y la ubicamos en un lugar tranquilo que, además, reciba directamente la poderosa luz de la luna. Luego, debemos recitar tres veces la siguiente oración: “En esta noche especial, me encomiendo a los espíritus con el fin de que ellos cuiden mi camino y me brinden un fructífero y dulce futuro”.

En fin, a la mañana siguiente, colocamos la vela (ya consumida, por supuesto) en una caja de madera, la que debemos atar con una cinta de color celeste. Por último, enterramos la caja en el jardín de la casa o, bien, en un parque o paraje rural cercano, de una manera segura.

Otros de los rituales la noche de Halloween, para que se cumplan tus deseos.

Esta vez, se trata de un ritual que debe ser llevado a cabo al atardecer del 31 de octubre o, si se prefiere, cuando haya caído la noche. Conseguimos siete velas de diversos colores: rojo, verde, amarillo, violeta, azul, naranja y blanca, al tiempo que la de color violeta puede ser reemplazada por otra de color morado.

Colocamos las velas en un candelabro o, de no ser posible, en siete platos y los ubicamos sobre una mesa. Entre las velas y quien esté realizando el ritual, debe ser colocar un cuenco con tierra o sal, según mejor le parezca a cada cual. Ponemos una cinta de color verde en el regazo. Luego, encendemos las siete velas y el incienso con fósforo y jamás con encendedor.

Posteriormente, cerramos los ojos, tomamos la cinta verde para alzarla con ambas manos, al tiempo que recitamos en voz alta: “esta es mi cinta mágica para el ritual de los deseos. Que el Supremo Dios me socorra en todas mis transformaciones”. Luego, nos concentramos con intensidad en el primer deseo, al tiempo que intentamos visualizarlo. Tomamos la cinta, para hacer un nudo simple.

Luego, al cerrarlo decimos: “que así sea”.  Unas dos o tres horas más tarde, repetimos el ritual con otros deseos. Cuando cerremos el último nudo, esto es, cuando estemos realizando el ritual del último deseo, abrimos los ojos y decimos: “gracias, Gran Padre, gracias Gran Madre, que han dado la orden de que todo sea como yo lo deseo”. Se trata de uno de los más efectivos rituales la noche de Halloween.

Conóceme en  YouTube: