En este artículo voy a hablar de un tema muy preocupante y me voy a expandir en diversos artículos ya que es un tema que creo que es importante que todos sepamos y tengamos en cuenta para intentar no sufrir excesivamente por personas que no valen la pena porque no tienen empatía.
Estamos en la era de acuario, la era de la comunicación, pero en realidad es la era de la incomunicación… Me voy a explicar y estoy segura de que todos me vais a entender perfectamente.
A partir de hoy cuando cojáis un transporte público quiero que observéis a vuestro alrededor y os fijaréis que el 90% de las personas que viajan en el mismo vehículo que tu, van enganchados y absorbidos por sus teléfonos móviles, hablando constantemente con personas que quizás están en la otra punto del mundo, en cambio son incapaces de saludar a la persona que tienen al lado, ahora quizás estáis pensando que esto es solamente entre la gente joven pero cuando os paréis a ver realmente, veréis que no es así, las personas mayores también lo hacen, quizás no tan exagerado pero también lo hacen. Fijaros y ya me comentaréis por el blog o Facebook lo que habéis sentido al ver la frialdad que nos está trayendo a nuestra vida la tecnología. Por ello digo que estamos en la era de la incomunicación, cuando yo hago una consulta de tarot presencial puedo sentir mucha más información que si hago la consulta telefónica. Con ello no quiero decir que la consulta de tarot telefónica no sea fiable, porque sí que lo es, pero hay pequeños detalles que no se captan igual que cuando se hace la lectura de tarot presencial. A mi modo de ver, lo mismo ocurre con la comunicación entre las personas.
La tecnología nos está trayendo una manera de relacionarnos para mi, poco sana y que alimenta a las personas que sufren el trastorno de personalidad narcisista, por ello voy a decir que en cierto modo estamos en la era de los narcisistas, a ellos les va muy bien la pantalla de un móvil o un ordenador para engañar y manipular a las personas empáticas.
Definición de persona empática:
Las personas empáticas somos las personas que tenemos la capacidad de sentir amor, alegría, gozo, disfrute pero también somos capaces de sentir un profundo dolor cuando nos engañan, perdemos a un ser querido o incluso cuando somos conscientes que le hemos hecho daño a una persona que nos quiere y le hemos fallado inconscientemente.
Funcionamiento de nuestro cerebro:
Nuestro cerebro tiene dos hemisferios:
Hemisferio izquierdo: El hemisferio izquierdo es el que nos proporciona una mente totalmente racional.
A través de este hemisferio solamente podemos hacer una cosa a la vez.
Es el hemisferio de la lógica, el que analiza, el que calcula, en el que se almacenan los conocimientos como las matemáticas, la gramática, etc.
El hemisferio izquierdo es el que mide el tiempo, el orden, el que nos cuestiona ¿Cómo? ¿Porque? ¿qué?….
Hemisferio derecho: El hemisferio derecho es extremadamente rápido, es capaz de llevar varias cosas a la vez.
En este hemisferio se genera la creatividad. Encontramos en él los sentimientos, la intuición y la afectividad, aquí están registradas nuestras emociones.
Funciona en una frecuencia más lenta, la frecuencia de la meditación, la visualización y la magia.
Todas tus actividades puedes llevarlas a cabo con el hemisferio izquierdo o con el derecho, pero ten en cuenta que según el hemisferio que utilices obtendrás unos resultados u otros.
Vamos a imaginar que estas escuchando música utilizando el hemisferio derecho, lo que harás será vivir y sentir esa música que escuchas. En cambio, si la oyes utilizando el hemisferio izquierdo en tal caso estarás analizando esa música.
Cuando aprendemos a utilizar los dos hemisferios a la vez, nos convertimos en genios.
Si nos convertimos en genios, a esto le sumamos un gran corazón y empatía, entonces nos convertimos en seres humanitarios.
Si somos seres humanitarios y espirituales, entonces nos convertiremos en sabios.
Pues bien, ahora voy a explicar por encima de que se trata el trastorno de personalidad narcisista.
Trastorno de personalidad narcisista:
Empezaré a decir que las personas que sufren este trastorno son personas carentes de sensibilidad, empatía y amor. Funcionan exclusivamente con el hemisferio izquierdo.
Las personas enfermas con este trastorno son realmente peligrosas para la personas empáticas y debemos ser conscientes que existe esta enfermedad y debemos poner fin a la relación que tengamos con estas personas.
Para empezar debemos saber que casi todas las personas hemos sido víctimas de un narcisista en algún momento de nuestra vida y debemos pensar que una vez que hemos caído en manos de una persona con este trastorno, es muy probable que volvamos a caer y a repetir una y otra vez los mismos patrones de conducta. Todos tenemos un punto o un grado de narcisismo, todos tenemos un grado de egoísmo pero lo que crea un trastorno de personalidad narcisista es un conjunto de características.
Los narcisistas son seductores profesionales, siempre van a saber que decirte para que caigas en sus manos, pero debemos saber que a partir de ahí se convierten en personas totalmente retorcidas y malignas. Empezarán por destruir toda la seguridad y el amor propio que tienes por ti mismo, atacando desde la raíz cada característica que te haga especial.
¿Cómo detectar que estás con una persona narcisista?
Cuando conoces a alguien que es completamente perfecto, elegante, galante, le gusta exactamente lo mismo que a ti, te eleva a los cielos con sus palabras, te promete la luna, etc. Cuidado, puedes estar frente a un narcisista, así empiezan todos a conquistarte pero cuando caes en su tela de araña, allí empiezan a destruirte rompiendo completamente tus pilares y sin ninguna compasión.
Cuando te enamoras de una persona con trastorno de personalidad narcisista, en realidad te enamoras de ti mismo/a. Ellos te estudian para ver lo que te gusta y a partir de ahí se mimetizarán contigo y con el ambiente para captar completamente tu atención. En otro artículo ya profundizaré más en este tema…
Estas personas son encantadores en un principio, siempre se lamentan de lo egoístas que son los demás con ellos, siempre se «venden» como víctimas, ellos siempre son buenos pero siempre son los demás los que les fallan y hacen daño ¡¡¡¡ CUIDADO!!!!!! alértate si estás con alguien que te explica todo esto. Nadie somos perfectos pero los narcisistas en su cabeza nunca cometen ningún error.
Los narcisistas no se toman nada bien las críticas aunque sean constructivas porque realmente ellos son muy inseguros. Ellos no son capaces de ver ni sentir el mundo como nosotros, no debemos olvidar que son personas enfermas y siempre pretenderán llevarte a su tela de araña para después acabar manipulándote y posteriormente destruirte. La técnica mas maquiavélica que utilizan para destruirte es alterar tu percepción para hacerte sentir culpable de todo lo sucedido. Ellos jamás piden disculpas, nunca aceptarán que hicieron algo mal, como mucho te dirán «siento haberte hecho sentir así» pero no aceptarán su culpa. Ello son expertos en volvernos locos con información cruzada, es decir, un día serás la persona más especial del mundo y al día siguiente serás una basura y te tratarán de esta manera. Cuando hagas algo bien será muy raro que te feliciten pero si cometes un error, ten en cuenta que allí estará este trastornado narcisista para recordártelo constantemente, lo hace con un arte y una maestría impresionante, debemos recordar que ellos son incapaces de ver el mundo como nosotros, ellos sólo ven su burbuja y al ir eliminando tu seguridad por completo, consiguen que tu entres dentro de su burbuja o falsa realidad, pero ten en cuenta que todo en su vida es un objeto y utilizan a todas las personas de su alrededor, ellos no tienen la capacidad de amar. Son personas que no tienen amigos de verdad, solo tienen amigos por interés, ellos son como niños pequeños que no les gustan las responsabilidades. Ellos son felices cuando hacen daño y destruyen de manera muy sutil, dejando una gran estela de dolor a su paso. Es muy importante que sepamos que hay muchas personas con este trastorno y debemos ser consciente de ello para protegernos.