En este artículo voy a hacer algo que nunca suelo hacer en el blog, voy a hablar de mi persona y de la persona mas importante de mi vida, mi hijo Aiden. Muchos de vosotros ya sabéis que justamente ahora ha hecho un año de su nacimiento.

Mi embarazo al principio fue muy duro por varios motivos, yo estaba empezando justamente un canal en YouTube y estaba trabajando duro con este blog, cuando empecé a encontrarme realmente muy mal, yo no sabía el porque hasta que me hice la prueba y vi que estaba embarazada. En ese momento pensé todo lo que quería acabar y dejar preparado antes del nacimiento de mi bebé, esto supuso un estrés y un caos rotundo en mi mi vida, hasta que a partir de la semana 20 empecé a notar a ese pequeño ser dentro de mi y mi vida y mis sentimientos empezaron  a cambiar y a amar a ese bebé.

Cuando empecé a notarle dentro de mi me encantaba cerrar los ojos y sentirle como se movía dentro de mi y de esta manera, me di cuenta que este niño era un niño especial y empecé a descifrar características de su carácter que después de dar a luz se han afianzado. Yo no sabía como le llamaría pero lo que si que tenía claro es que no quería un nombre común para el, ya que el no era un niño común, al menos para mi, seguro que os preguntáis porque estoy diciendo esto, ¿verdad?. Pues bien, durante mi embarazo yo seguí trabajando, atendía a mis clientes de tarot, hacía sanaciones, etc. Me dí cuenta en ese momento que mi feto no se comportaba igual con todos mis clientes, habían personas con las que él estaba tranquilo y estaba dormido, pero después habían las personas que tenían una energía más baja por sus problemas rutinarios, el era capaz de notarlo y me lo transmitía a mi con unas patadas muy fuertes en mi barriga. Otro momento de conexión muy importante entre mi hijo Aiden y yo fue al sexto mes de embarazo, mi ginecólogo me mandó hacer una analítica y cuando me reuní con él me dijo que tenía el azúcar muy elevado y que seguramente tendría que acabar el embarazo pinchándome insulina ya que el feto estaba encima de mi hígado y de mi páncreas obstaculizando el trabajo de estos órganos. A partir de ese día empecé a hablar con Aiden mediante la meditación pidiéndole que se moviera, liberando mi hígado y mi páncreas para que la siguiente analítica me saliera bien y no tuviera que pincharme. A la semana siguiente cuando me levanté para hacerme la analítica le dije a mi marido:

-La analítica me va a salir normal.

-Ojalá, respondió él.

-Seguro que si, durante estos días he trabajado la meditación con Aiden y se ha movido, ya no me está apretando el páncreas…

Mi marido ya no me respondió, cuando recogimos los resultados y se los llevamos a mi ginecólogo, muy sorprendido me dijo: «!increíble! estos son unos análisis totalmente normales, puedes continuar haciendo vida normal.

Fue en esos momentos en los que yo me empecé a plantear muchas cosas, si el era capaz de sentir esas energías estando dentro de mi era por algo y ahora justamente he averiguado que  un estudio científico demuestra que el alma entra en el cuerpo el día 49 de gestación (7 semanas), por la glándula pineal (tercer ojo).  Esto se sabe ya que en las ecografías que nos hacen los ginecólogos cuando estamos embarazadas se puede ver la glándula pineal  justamente a partir del día 49 de gestación y es en este momento donde justamente también se puede empezar  a ver el sexo del feto.

La glándula pineal conecta nuestro cuerpo físico con nuestra alma, el pensamiente y con lo místico, es justamente esta glándula la que produce una hormona llamada melatonina. La melatonina es una hormona que afecta a la modulación de los patrones del sueño.

Cuando fallecemos parece que es justamente la glándula pineal, por donde sale nuestra alma o espíritu. Ahora os voy a decir una curiosidad del cerebro que seguro que os hace pensar, en nuestro cerebro todo se compone en 2 (2 lóbulos frontales,…) pero la glándula pineal es solo 1, es la única que en nuestro cráneo es una. Es decir, la glándula pineal es como una antena que tanto recibe como expulsa nuestra alma.

En Alemania, varios doctores aseguran que a partir de las 33 semanas ocurre algo prodigioso en los fetos y es que empiezan a soñar, existe el movimimento rem (movimiento ocular rápido)y esto se detecta gracias a las ecografías 3D. La incógnita es ¿que sueña un bebé que aún no ha nacido?, yo la respuesta la tengo muy clara y seguro que vosotros también, ellos tienen recuerdos de vidas anteriores y justamente en esto en lo que sueña un feto. ¿Que piensas tu?

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