En 1930 el Dr. Bach realizó una conferencia en la que explicó:

                                         Algunas consideraciones básicas sobre la enfermedad y la curación.

Para entender la enfermedad, su objetivo, su esencia y su sanación, debemos comprender el motivo de nuestro ser. Es de gran importancia reconocer que el ser humano tiene dos aspectos: uno espiritual y otro físico, siendo de estos dos factores el físico el que es infinitamente menos importante.

Bajo la dirección de nuestro yo espiritual, de nuestra vida inmortal, el hombre ha nacido para acumular conocimientos y experiencias y perfeccionarse como un ser físico.

El cuerpo físico solo, sin conexión con la dimensión espiritual,es una envoltura vacía, un corcho sobre el agua. Pero cuando está unificado con la parte espiritual, entonces la vida es una alegría, una aventura que acapara totalmente todos nuestros intereses, un viaje que nos trae suerte, salud y conocimiento.

Nuestra evolución empieza como recién nacidos sin conocimiento, cuyos intereses están dirigidos hacia uno mismo. Nuestras necesidades se limitan a nuestro bienestar. Con el adulto aparece entonces el deseo de poder, por ello, permanecemos durante un tiempo remitidos todavía a nosotros mismos. En el transcurso de nuestra continuada evolución  debemos transformar nuestro egoísmo en altruísmo, la separación en unidad y reunir todo el conocimiento y experiencias que el mundo nos pueda dar. Debemos aprender esta lección especial: nuestro yo espiritual nos impone si queremos ser afortunados y estar sanos.

No todos nosotros aprendemos la misma lección al mismo tiempo. Uno supera su orgullo, otro su miedo, otro su odio, etc.,  pero el factor esencial para la salud reside en que aprendamos la lección que está predeterminada para nosotros. Tiene gran importancia el hecho de vivir en armonía con nuestra alma. Tanto si se trata de alcanzar el bienestar o de llevar la vida sacrificada de un mártir, la salud depende de si seguimos las órdenes de nuestro yo espiritual y de si vivimos en consonancia con ellas.

Nuestra alma nos coloca en las situaciones de la vida y nos da el trabajo que es más idóneo para nuestra evolución y donde mejor podamos aprender la lección.