En este artículo me voy a centrar en  una serie de principios básicos que nos serán indispensables conocer si vamos a trabajar utilizando estos maravilloso productos de la naturaleza que son los cristales y las gemas. Cuando adquirimos un nuevo cristal o piedra hemos de tener en cuenta algunas precauciones, ya que al ser elementos con una gran capacidad de absorción de las energías circundantes, nuestra piedra podría estar contaminada con algún tipo de vibración que no nos interesa. Para solucionar este problema deberemos hacer lo siguiente:

Primero deberemos lavar el cristal. Si tenemos la oportunidad de contar con un riachuelo o una corriente natural de agua la utilizaremos para llevar a cabo nuestro propósito, si carecemos de ésta utilizar igualmente el agua corriente de nuestro hogar. Para ello dejaremos el cristal en un recipiente con agua durante todo el día.

En segundo lugar debemos exponer el cristal o la gema a los rayos del sol durante unas horas a la mañana siguiente, para que nuestra gema se cargue de la energía solar.

Uno de los usos prácticos de los minerales es el de crear un campo de protección alrededor nuestro o de nuestro hogar para disminuir la acción de las radiaciones de todo tipo o los pensamientos negativos y las envidias de los demás. Para crear este campo de protección es necesario colocar los minerales alrededor del lugar que necesitamos proteger. Para colocar los minerales yo recomiendo que uséis vuestra intuición, podéis crear formas circulares, triangulares, etc. Una piedra cristalina como el cuarzo púrpura o la amatista será perfecta para proteger tu hogar o tu lugar de trabajo, ya que ellas limpian la atmósfera a tu alrededor. También aportarán una mayor estabilidad a tu vida diaria.

Se cree que las antiguas civilizaciones como la Atlántida usaban los cristales de cuarzo para sanar, generar energía y para aumentar los poderes mentales.

Los egipcios, por su parte, utilizaban las piedras en combinación con colores, luz y sonidos con fines terapéuticos. Los sacerdotes de esta civilización usaban para sus rituales una piedra determinada para cada chakra con el fin de aumentar el poder de los rituales.

Desde hace muchísimos años, en la India se trituran las gemas y su polvo es ingerido para sanar multitud de enfermedades.

La forma de un mineral es determinante dependiendo del uso que le queramos dar; usar una esfera para purificar el ambiente puede ser efectivo, pero para obtener los mejores resultados deberíamos elegir otro tipo de cristal.

Los cristales en forma de racimo son ideales para purificar y para aumentar la energía de un lugar mejorando el ambiente.

Debemos dejar que nuestra intuición nos indique el mejor lugar donde colocarlos. El efecto se multiplica cuando situamos varios cristales formando figuras geométricas tales como círculos, pirámides, etc. Esto es importante, ya que al ser los cristales unas estructuras enormemente ordenadas, si las situamos creando estructuras geométricas, conseguiremos multiplicar sus efectos.

Las formas esféricas están especialmente indicadas para la adivinación y la concentración. Esto es debido a que las esferas generan un tipo de energía idóneo para este propósito ya que evita las distracciones, facilitando la concentración.

Los cristales acabados en punta son idóneos para dirigir y focalizar la energía. Por este motivo que son los más indicados en los procesos de autocuración y sanación de otras personas. Cuanto más cristalina sea la piedra, mejor, pues permite que la energía que fluye a través suyo lo haga más fácilmente y con una vibración más pura.

Las estructuras cristalinas de formas piramidales son utilizados para absorber energía del cosmos y transmitirla a la tierra o al lugar donde se encuentran localizados. Son por tanto ideales para llenar cualquier lugar de enegía positiva. Es una buena costumbre colocar cristales con los que nos encontremos en armonía junto a nuestra cama, para que gracias a su campo de energía podamos tener sueños más constructivos y beneficiosos para nuestra evolución personal.

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